Elecciones 2016 - 3 JNE

Existen muchas razones para definir como turbias las previas de las elecciones presidenciales que se aproximan, se puede afirmar que hasta hoy es un proceso caótico, endeble y sospechoso, el peor de los últimos setenta años. Aún faltan treinta días para la fecha programada del evento y de fuente amical que labora en la Onpe se que el proceso deberá ser postergado ante la imposibilidad del organismo referido (encargado de organizar el comicio) para enviar a tiempo las cedulas que salen fuera del país.

Nunca antes el Jurado Nacional de Elecciones, Congreso, Ejecutivo y algunos candidatos conjugaron esfuerzos para trabar de manera directa el proceso. Interpretaciones divididas con absurdas contradicciones de las entidades que integran el Jurado nacional de Elecciones; obstrucción o modificaciónes en perjuicio de la nueva ley electoral a cargo del poder legislativo; Demoras intencionales como calculado desdén del poder ejecutivo además de apelaciones, reclamos, denuncias o desacato de los candidatos fueron y son pan de cada día. Todos aportaron para enredar, confundir y dañar la contienda electoral. Están colmando la paciencia de los ciudadanos, colaborando para la nulidad o postergación de las elecciones y en consecuencia enviar al país hacia el caos. La clase política, tanto nuevos como tradicionales, demuestran limitado sentido patriótico haciendo prevalecer sus intereses de grupo sobre los de la nación. Con tal de llegar al poder son capaces de provocar retracción económica, convulsión social, corromper voluntades, aliarse a gobiernos autocráticos o tiranias, convalidar ilegalidades, mentir, digamar, confundir, etc etc. Todo lo que sea necesario para conseguir sus objetivos. 

Es lamentable observar como la corrupción está enquistada en el estado y copa ahora hasta el poder encargado de organizar, efectuar y nombrar a las nuevas autoridades. Los individuos a cargo del JNE no asumen su papel patriótico y se dejan llevar por corrientes de opinión o peor aún por intereses subalternos de grupos de poder que desde la sombra manejan el país. Es tanta la falta de personalidad, profesionalismo, equidad, criterio o sentido común de los miembros del JNE que la oscura presencia de la mano del ex asesor en prisión o de sus pupilos pareciera estar tras todo este desbarajuste.

El ciudadano de a pie está a expensas de estos malos, pésimos peruanos, ojala aparezca algún personaje con empatía, coraje y aceptación de mayorías que confronte y desenmascare a estos funcionarios que agravan o detienen el progreso y desarrollo del Perú, las consecuencias catastróficas de orden económico y/o moral que cada peruano debe soportar por el ineficiente o hasta delictivo actuar de estos sujetos nadie lo va a resarcir y seguiremos viendo que el estado en manos de personajes como los que dirigen la nación (y los que pretender llegar) solo alientan la informalidad, desconfianza y corrupción.