Fuegos artificiales

Existen elementos naturales que al vincularse con el ser humano tienen la propiedad de abstraer y llevar su psique hacia un estado de íntima reflexión, transportarlo a honduras invaluables de sus propios pensamientos o hacia una espontanea actitud de meditación, a veces hasta desconocidos e inconscientes bloqueos mentales. La inmensidad del inquieto mar o el continuo torrente del liquido elemento por el sendero que este forma; las lenguas de fuego en sus diversas tonalidades, la furia del viento o la grandeza terrestre tienen esta cualidad de llevar a las personas a estados realmente intrigantes de auto hipnosis.

Después de poco mas de quince años pasamos esta fiesta de navidad en medio del cono urbano de Lima, la reciente mudanza que realizamos hasta Jesus Maria nos ubicó en una posición privilegiada para conocer la forma como los limeños manifiestan y comparten la navidad, definitivamente dejó de ser la celebración religiosa del nacimiento de Jesus, la pretendida fiesta de amor y reconciliación familiar o el pagano inicio de las festividades de cambio de año, tampoco es el derroche económico impulsado por el sector comercial ahora mas parece la deshinhibida forma de expresar júbilo o adoración por el fuego. Diez minutos previos y Quince posteriores a las doce de la noche un sinfín de bombardas silbadores, avellanas, palomas, veladoras, chifladores, bombas, cohetones, varitas, botas, rehiletes, buscapies, mechitas, cerillos, cañones, flash, tiritos, volcanes, etc. etc iluminan la ciudad con sus multicolores resplandores.

Colindar con distritos de diferentes estratos sociales como ocupar el último piso del edificio donde hoy vivimos con derecho de uso de los aires nos permitió observar sin límite hacia los trescientos sesenta grados de la circunferencia urbana, desde sectores ricos y pobres percibimos la misma intensidad, el mismo desborde, similar euforia y exagerado gozo. De norte, oeste sur u oeste interminables fuegos artificiales de altísima calidad (y costo) nos brindaron un indescriptible espectáculo visual de color con mucho ruido y expresivo olor.